dissabte, 28 de gener del 2012

Diálogos I: 
entre A. de Saint-Exupery y Matías

- Venga va, ahora en serio - asintió  preocupantemente.
- Oye Matías, que te lo digo en serio, ya no sé qué más tengo que hacer... 
- Ah sí? Pues no lo entiendo, porque...
- Eso, por qué?
- Vaya! Pues porque no lo veo. Eres demasiado místico, tio!
- Ah claro! Y si no lo ves, nada, no existe, no?
- Me dirás que no es antiguo el dicho... que sino lo veo no lo creo. 
- De acuerdo, eso lo vamos a arreglar rápido. Cómete un plátano.

- Un plátano? ahora? Después del café? Vaya gracia!
- Sí un plátano! El que esté más amarillo. 
- Bueno, y ahora? - preguntó Matías expectativo
- Ahora? pues ahora lo puedes ver, dime, de qué color es la piel ahora? Negra? Pues eso, así que no me digas luego que la energía no existe.
Lo esencial es invisible a los ojos (el Principito)

1 comentari:

  1. Döner - Nora - Berlín

    "Me lo prometes?" - "claro". Fuera volvía a nevar. Cuentos al amor de la estufa eléctrica, perfume y arroz al microondas. "Eres el eslabón perdido entre un dragón y Caperucita Roja", embarcados en el tejado de las noches de medialuna, había fiestas de cumpleanios y pasteles de chocolate. Té a las doce. "Deberías abrir un parque de atracciones en tu cabeza". Döner - Nora - Berlín. Un cielo en blanco y negro. Rosas que se cierran si les da el sol. Y el tráfico cayendo por detrás de la garganta.

    Después del naufragio no había periódicos que anunciasen el día siguiente, a cambio, nanas a las tantas y deriva a toda vela; a cambio, café con velas y humo; a cambio, la piel nueva del alehop, mesa limpia y una carta, "creo que me estoy convirtiendo en el personaje de aquella película". Aviones que se cruzan en el cielo. Aire.

    Más tarde, la cara limpia y los ojos tatuados. Diamantes debajo de la cama y arena en los bolsillos. Ni rastro del despertador. Digestiones que se atraviesan como los trenes de Mühlhausen a Jena. Cicatrices del tamanio del Bloque cinco de Buchenwald. Y que nadie conozca el sabor de ese aliento.

    Coda: Döner - Nora - Berlín. "Me lo prometes?" - "claro". Fuera volvía a nevar. Té con velas y el corazón como un gato en luna llena. Manteniendo la guardia. Calefacción al tres. Respirar regularmente. "Me lo prometes?". Claro.

    Claro.

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